Elaboración:
¿Vienes con ganas de cocinar? Pues consigue unos pedazos de bacalao con buena pinta y prepárate para conseguir un plato sencillo a la vez que espectacular.
Pasamos los trozos de bacalao por un poco de harina y los marcamos a fuego fuerte con aceite de oliva. Después, usando una cazuela los dejamos con la piel hacia abajo y los cubrimos con nuestra fritada de tomate.
A fuego lento esperamos a que comience a hervir mientras que movemos la cazuela un poco para que se mezclen bien todos los ingredientes. Cuando este en su pinto la salsa debería estar como si fuese gelatina.
Si quieres decorar el plato a lo Carlos Arguiñano, puedes añadirle algunos brotes o perejil para dar un toque de contaste. Sírvelo en cazuelas individuales con cuidado de no romperlo al sacarlo.
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